lunes, 13 de enero de 2014

Pájara superada. De vuelta al redil.

Ayudado por el parón navideño y las dos semanas que afortunadamente he podido pasar en “Tierra Santa”, mi cuerpo ha experimentado lo que se conoce como exceso de entrenamiento. 6 semanas entrenando 6 días a la semana motivaron que mi cuerpo hablara. 

Y ¿cómo lo hace? Pues afortunadamente lo ha hecho de la mejor forma que podía hacerlo. Mostrando apatía ante el entrenamiento, sobrecarga muscular e implicando a la mente para que motivara un descanso. La otra forma que tiene el cuerpo de decir basta es una lesión, así que al menos, he de sentirme “suertudo”.

De todas formas nunca paré. No he dejado de salir días sueltos y hacer rodajes muy suaves. Cada zancada cuenta. Esta semana pasada ya he retomado los entrenos, aunque he cumplido con 3 de los 6 entrenamientos previsto para la semana 8. Uno de ellos, por primera vez, he de dejarlo a medias, pero se trataban de 4 series de 3000 entre 4’35’’-4’50’’, y no estaba el horno para bollos.

Lo último ha sido la tirada de ayer, que os contaré en una entrada al respecto.

Es bueno estar de vuelta. Ahora la mente puesta en el próximo domingo. Muchísimas ilusiones puestas en la media maratón de Santa Pola. 

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