martes, 17 de diciembre de 2013

Día 35 / Semana 5. Bonita mañana Alicantina. 110' y 21 Km. Runner's Song para London Calling de The Clash.

Magnífica jornada de Domingo en Alicante. Solazo, buena temperatura y la gente a la calle. 

Tocaba tirada larga. La más larga hasta el momento, y no rondaba esta distancia desde la pasada Media Maratón de Alicante (1h:48'). Hoy tocaban 110' y decidí coger paralelo al mar, paseo marítimo hacia Playa San Juan vía cantera. 

Así que sobre las 11:30 horas me apreté las zapatillas y arranqué. La jornada previa de descanso fue un bálsamo, tras una semana bastante dura de carga. Barajé la posibilidad de realizar la tirada en una única dirección, y volverme en el tranvía, pero no estaba seguro de poder terminar cerca de una estación. Así que planifiqué volver cuando rondara la mitad del tiempo. La opción A tendría que haberlo preparado un poco mejor. 

Me encontré muy bien. Como digo, el descanso me vino genial, y la buena temperatura y el ambiente por el paseo marítimo hacía agradable el rodaje. La subida de la Avda. Villajoyosa, el mayor desnivel del trazado, se superó de manera cómoda. A partir de ahí de nuevo estabilicé el ritmo y todo transcurrió en orden. 

Me volví en Plaza la Coruña. Ahí comienzas a ascender lo que has venido bajando un par de Kilómetros. Ahí empiezo a notar el esfuerzo de toda la semana, el cúmulo de entrenos, y comienzo a apretar los dientes. Como reacción, aumento un poco el ritmo y así llego de nuevo a bajar Avda. Villajoyosa. La inercia de la bajada me hace retomar aliento y una vez de nuevo en el paseo marítimo vuelvo a acelerar el ritmo hasta llegar al destino. 21 Km, a 5'14''x1000, casi al ritmo de la MM de Alicante, en un entreno que no debería haber superado los 5'30''. 

Aquí me asalta la duda de si no debería haber sido más conservador, y desestimar las ansias de apretar cuando veo que hay energía en las baterías. Dudas de si estos esfuerzos pasarán factura más adelante, o de si rodar a ritmos tan cercanos al ritmo de competición deseado no resultarán contraproducentes para trabajar la estabilidad de las pulsaciones a ritmos más bajos. Dudas sobre si el trabajo que hasta ahora he ido desarrollando realmente favorecerá poder competir al ritmo deseado. En fin, todavía me pregunto muchas cosas.

La verdad es que acabé justo, exprimido, pero contento y satisfecho. Me acordé del amigo Nacho, cuando me dijo hace poco que empezaría a identificar molestias que confundiría entre agujetas o lesión, y qué razón tenía. De momento juraría que son agujetas, porque desaparecen sin joder en demasía.

El amigo Strummer me alegró el trote cuando sonó su London Calling. The Clash vino al rescate.


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